lunes, 21 de noviembre de 2011

IONESCO IN CONCERT, por Sr.Barbijo Teatro

En Escena: Pablo Martella, Luciano Sgró Ruata, Natacha Chauderlot, Martín Gaetán, Natalia Sara y Eugenia Handandoniou; Vestuario, Técnica y Dirección: Sr. Barbijo Teatro; Teatro: Casa B; viernes 18 de noviembre y viernes 3 de diciembre.

Me habían dado la dirección por teléfono, porque sólo por ese medio y via mail se puede reservar lugar (son 22 localidades; ni una más, ni una menos), y cuando llegué a esa dirección, me sorprendió la oscuridad de la calle, la oscuridad de las casas. Ninguna luz en toda la cuadra indicaba que allí se esperara gente para una función teatral. Verifiqué el número del domicilio y..., toqué timbre. Me abrieron por el garage y me dijeron, "adelante", entonces entré. Entré y vi un mostrador de bar de domicilio particular y una serie de mates pintados y otras artesanías. Pagué la entrada y subí al primer piso. Ahí, muy gentilmente, me invitaron a sentarme en la terraza (hacía realmente mucho calor) y me ofrecieron un trago. Pedí una coca y esperé.
En muy poco tiempo, la terraza estaba atestada de gente, toda joven, toda tomando  vasos enormes de cerveza.
En un momento, sentí que alguien cantaba con muy buena voz "If you're lonely tonight..." En el patio de abajo, en el lavadero, una chica con sensuales medias de red cantaba ese tema y un muchacho rasgaba la guitarra. Y cuando estaba apreciando a la cantante y el guitarrista, alguien nos dijo: "En unos instantes empieza la función, si quieren ir pasando....", y me senté en uno de los 22 asientos destinados al público.
Empezó la acción teatral. Se sucedían textos de La improvisación del alma, La cantante calva, Delirio a dúo, La lección y Jacobo o la sumisión, textos originales de Ionesco.
Debo reconocer que los integrantes del grupo teatral Sr. Barbijo hicieron una inteligente selección de escenas, pero las relacionaron como sketchs, no como escenas, porque no hubo un hilo conductor que uniera a esas escenas. Además, el estilo de actuación de cada una de las escenas fue totalmente ecléctico ya que pasaron del absurdo ionesquiano al naturalismo quasi chejoviano, como por ejemplo en la historia de la artista, la pintora, que vende una obra a un ejecutivo.
El espectáculo muestra distintas situaciones, pero hace eje en la dicotomía teatrista-crítico (o doctor-estudioso del hecho teatral). Y se mofa, se ríe de esta última categoría a través de la presentación de tres críticos-doctores-sabihondos de teatro que confunden al auténtico creador obligándolo a seguir las pautas de lo que Aristóteles o Adamov dijeron, claro, pero sin saber quien, si Aristóteles o Adamov, era el que lo había dicho primero. Muestra elocuente de la ignorancia de los doctores-estudiosos del hecho teatral, porque, además, ni Aristótels ni Adamov propusieron una estética, sólo se limitaron a manifestar, a describir, el modo teatral de sus épocas.
Para los integrantes de Sr.Barbijo Teatro lo importante es lo que se hace, no lo que después ellos, los "críticos-sabihondos-doctores" opinan (y coincido tatalmente con ellos). Como muestra de esto, hay que rescatar el monólogo de los tres críticos, tres cuervos vestidos de negro que enciman  sus parlamentos, tres cuervos que monologan con una seguidilla de advervios, es decir, pariendo palabras que modifican o dan una cualidad al verbo (acción) o al adjetivo (cualidad distintiva), pero que son incapaces de generar acción y cualidad, como lo hace el hecho teatral.
Desde mi punto de vista, las actuaciones son muy parejas y si alguno de los actores sobresale en algún momento, es porque el personaje así lo exige. Ionesco, la secretaria, el Jacobo chaplinesco..., todos loables, pero también loables los que los secundan para que el sketch  adquiera significación por sí mismo y en su integridad.
También resulta agradable que el grupo realice el espectáculo en un lugar verdaderamente "under", que no publicita en los medios tradicionales, porque no tiene habilitación para hacer lo que hace. Eso contrasta con otros que, prentendiendo originalidad se autodefinen como "clandestinos" y recurren a toda la publicidad oficial y pública, a la "anti-clandestinidad" para conseguir réditos sociales y económicos. ¡Y vaya si los consiguen!
El espectáculo que me mostraron los integrantes de Sr.Barbijo Teatro es un espectáculo realmente digno y que, como todo trabajo que vi de este grupo de actores/actrices, demuestra un prolijo y riguroso trabajo teatral. Bravos, gente así le hace falta al teatro cordobés. Y creo realmente que este IONESCO IN CONCERT podría ser representado en cualquer teatro, con una única condición, que no hagan el intervalo que hacen. En el caso de Casa B, es comprensible, el "under" tiene que mantenerse y necesita recaudar, pero si llegaran a hacerlo en otras condiciones, sólo eliminen el intervalo. Gracias por el hermoso momento que me hicieron vivir.
José Luis Bigi

miércoles, 16 de noviembre de 2011

PAYASOS EN FAMILIA, versión de David Piccotto sobre la obra de Florencio Sánchez

Dramaturgia y Dirección: David Piccotto; Actuación de: Julieta Daga, Luciano Desimone, Laura Ortiz, Guillermo Vanadia y Mariana Rodán; Música: Jorge Fernández; Escenografía y Vestuario: Ariel Merlo; Técnica: Emilio H. Díaz Abregú. Sala: Teatro La Cochera, jueves de noviembre y diciembre.

En esta oportunidad, la obra de Florencio Sánchez que retrata la realidad de una familia de clase media de principios de siglo XX que ha caído en desgracia en lo económico y que apuesta a la salvación a través del azar-juego-apuesta o de "casar a la nena con un rico que pueda mantener a la familia", es una realidad que sigue vigente, muy vigente en este primer decenio del siglo XXI, ya que la clase me media sigue apostando al azar, ha sido encarada en esta oportunidad con la técnica del "teatro en el teatro". Cuando entramos a la sala de La Cochera, nos encontramos con que hay dos posibilidades para ubicarse, al frente o atrás de un biombo que corta el espacio escénico en dos mitades. Yo me ubiqué en el "adelante", donde los clowns representan los personajes de la obra de Florencio Sánchez; en el "atrás" los clowns son clowns que deben convertirse en personajes pasando al "adelante".
El planteo de "el frente de escena opuesto al tras de escena" es realmente inteligente; nuestra atención, la de los espectadores, está permanentemente activada porque tenemos que ver lo que pasa en nuestra mitad y entender lo pasa en la otra. Y todo es absolutamente entendible.
Las actuaciones son impecables ya que en todo momento son clowns que juegan a ser personajes, pero siempre desde la perspectiva del clown. Quizá sería justicia decir que Julieta Daga es quien logra de modo excelente este objetivo, pero también es justicia decir que el resto de los actores son excelentes. Sólo debo objetar que, aún estando muy bien, en el actor que hace de padre predomina el payaso por sobre el clown. Y esto es comprensible ya que el actor pertenece al "Circo de Bolsillo", quienes hacen circo, excelente circo de payasos, en Carlos Paz y en el Parque Sarmiento. Pero creo que ha sido un acierto que, este grupo de clowns que tanto nos han divertido y emocionado con sus "Mediasnoches Payasas", haya demostrado una generosa apertura invitando a un payaso de otro grupo. Esto, indudablemente, habla bien de los clawns de Mediasnoches Payasas y habla de la loable actitud que los teatristas cordobeses están teniendo últimamente, integrándose los unos con los otros. Al respecto, fue una enorme alegría comprobar que Emilio Díaz Abregú formara parte del elenco, aunque..., ¿cuándo lo veremos nuevamente en el rol de actor? (Los que te vimos en "El Gran Fleita" quisiéramos verte nuevamente como actor).
Para los espectadores, todo el tiempo que la actuación requiere, pasa rápidamente, y eso es porque las actuaciones son excelente y porque los actores nunca se convierten "en" el personaje, sino que siempre "son" el clown que se encarga de hacer un personaje. Y porque la comunicación entre ellos, los actores, es una comunicación de complicidad, de improvisación y de diversión. ¡Los actores se divierten en escena!, y si ellos lo hacen, también nosotros, los espectadores, lo hacemos: nos divertimos.
Para terminar, sólo quisiera decir que aplaudo al jurado del Teatrés por haber seleccionado este espectáculo para el goce de los cordobeses y que aquellos que, por un motivo u otro, no vayan a verlos, se pierden una hermosa oportunidad de pasar un momento agradable y de toma de conciencia de nuestra realidad. Definitivamente la dupla Florencio Sánchez-David Piccotto es un placer para los sentidos.
A todos ustedes, gracias.
José Luis Bigi

Dícese, de la persona cuyo cónyuge ha muerto, de Sonia Daniel

Actriz: Sonia Daniel; Escenografía y Urilería: Carolina Fassulo; Diseño de Vestuario: Sofía Jaskowsky; Realización de Vestuario: Elena Reyeros; Pelucas: Ariel Messia; Multimedia: Juan Manuel Díaz; Diseño Gráfico: Juan Manuel Díaz; Fotografía: Javier Velazque; Asistencia de Escenario: Rodrigo Pesce; Asistencia de Dirección: Soledad Cipollati; Asistencia Técnica: Juan Manuel Díaz; Producción: Leo rey y Agrupación Teatral María Castaña; Direcció n General y Puesta en Escena: María Luisa Stille; Sala: Teatro María Castaña.

El texto, hilarante, es excelente. Lo que ocurre o podría ocurrir en la celebración de los 25 años de casados si uno de los cónyuges encuentra al otro muerto, ¡y tirado en el living!
Ese texto hilarante y excelente (sabemos de la gran capacidad dramatúrgica de Sonia porque, entre otras obras, ha escrito El Juego de las Palomas que, además de haber recibido el Premio Dramaturgia 2005 que otorga la Agencia Córdoba Cultura-Area Teatro, leí y...., ¡sigo esperando verla puesta en escena! porque realmente me con-movió, me encantó) se desvanece porque, para mí, se le dio prioridad al texto que al juego (comunicación) con el público.
Un texto como "Dícese...." es eminentemente para un espectáculo de café concert, y la dirección optó por el tradicional escenario frontal a la italiana. Y eso fue una lástima.
Sonia logra una correcta actuación, pero se queda en la corrección, y en este caso hubiera sido necesario un juego de ping-pong con el público. Porque, es mi parecer, la excelencia de este texto se completa "necesariamente" con la intervención del público. Y si bien existió una intervención del público en la oportunidad en que vi el espectáculo, esta intervención fue mínima, mezquina, ¡porque la puesta frontal atentó contra la interacción!
Lo hipotético no sirve nunca porque en arte, "lo hecho hecho está", pero me arriesgo a imaginar que, si a este espectáculo lo hubiera dirigido Leo Rey, pareja de Sonia Daniel, que ha demostrado sobradamente su capacidad didáctica y de interacción con el público en los espectáculos que ha llevado a los colegios secundarios, el resultado hubiera sido superior.
Con esto no quiero decir que no fue correcta la dirección de María Luisa Stille, pero creo que la dramaturga primó por sobre la actriz y la puesta.
José Luis Bigi

martes, 8 de noviembre de 2011

KASSANDRA, de Sergio Blanco

Dirección: Cipriano Argüello Pitt, Actuación: Martín Suárez, Música en Escena: Pablo Cecere, Asistencia de Dirección: Viviana Grandinetti, Traducción al griego de Las Troyanas: Sergio Cáceres, Diseño y Realización del Mapa: Guadalupe Suárez Jofri, Diseño Gráfico: Lucas Chami, Prensa: Víctor Conci, Producción: Gisele Chavi. Sala: DocumentA/Escénicas, sábados de septiembre, octubre y noviembre.

Dieron sala, entramos y, mientras lo hacíamos y nos acomodábamos en sillas, Martín Suárez, el actor, hablaba, y lo hacía en inglés. Me quedé esperando que la obra empezara, es decir, que se abordara el castellano, pero el actor siguió hablando en inglés y yo, lentamente, empecé a entender que la obra ya había empezado. Y puse todos los sentidos para entrar en el juego teatral cuando Martín dijo algo así como I'm Kassandra, I'm a man but my name is a woman's name. Would you know why I'm a man with a woman's name? Y siguió con su relato, relato que, gracias a la excelente actuación de Martín, me fue atrapando de un modo casi mágico, tanto como para que, cuando no había pasado ni media hora, ya me hubiera olvidado que el texto era totalmente en inglés.
Kassandra nos invita a un ágape, una reunión de camaradería porque you are my friends, all of you are my friends, aren't you?
Y la mesa lucía un hermoso mapa pintado de Grecia, de Troya. Y nos sirvieron cordero (sacrificio), vino y pan (la comunión, la última cena), anticipándonos que presenciaríamos un sacrificio, el de Kassandra vendiendo su cuerpo a todo tipo de clientes, incluso a los couchon, a los que les gusta el sadomasoquísmo, práctica que a Kassandra no le agrada pero que realiza porque I need money and the couchon pays good money! Y es una comunión porque a nosotros, sus amigos, nos cuenta casi como una íntima confesión, la verda de su vida, la soledad, la relación con sus padres, con sus hermanos, con la sociedad. Y es entonces que apela a Casandra, la hija de Hécuba y Príamos, reyes de Troya. Y, sacerdotiza (busca en la mochila cartas de tarot) de Apolo con quien pacta, a cambio de un favor carnal, la concesión del don de la profecía. Pero cuando adquiere este poder, rechaza el amor de Apolo quien, al verse traicionado, la maldice y la condena a seguir con el don de la adivinación, pero a la desventura de que nadie le creería jamás sus profecías. Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y su propia desgracia, pero fue incapaz de evitar esas tragedias ya que su familia pensaba que estaba loca.
Kassandra también prevé sus propio final, lo prevé en las cartas del tarot, ve el accidente del taxi que debía llevarla al domicilio de su cliente couchon. Y va, va a su propia desgracia.
Kassandra, en la versión de Blanco-Argüello Pitt, es un taxi-boy sudamericano emigrado a trabajar en la cuna del capitalismo, donde ha aprendido un inglés básico, el de la calle, y el de la calle de los barrios marginales de inmigrantes latinoamericanos, inglés plagado de errores gramaticales, de construcción y de pronunciación. Este rasgo, justamente, aumenta la condición de paria de esta/e Kassandra que, a pesar de todo tiene un perfil tierno e inocente, ama a Abba, el conjunto músico sueco, especialmente una canción que habla de que quien gana toma todo el dinero; pero también es tierno e inocente porque ama a Scarlett, de "Lo que el viento se llevó", y es fanático del conejo Bugs Buny, personaje infantil que siempre triunfa, que nunca es cazado por Elmer, su eterno cazador.
El/La Kassandra que vimos es un personaje hiperrealista, de absoluta actualidad, con un texto absolutamente dramático y excelente, como así también fueron excelentes la puesta (concebir como un sacrificio y última cena, como una confesión necesitada por un personaje en soledad, un paria de la sociedad, un ser humano cabal pero considerado por todos como un loco) y una excelente actuación. Al respecto, confieso que una de las cosas que más me emocionaron cuando salí de la sala, fue comprobar que Martían Suárez, a quien he visto en distintos personajes, ha alcanzado un nivel actoral de excelencia. El manejo de los tiempo dramáticos, las transiciones de la tragedia a la comedia y viceversa, la interactuación con el público siempre respetuosa (you are a boy, you are a boy, you are my boyfriend; it's a joke, man, I love you, it's just a joke) mientras con el puño cerrado se golpea el corazón y después señala con el brazo extendido hacia el espectador con la "V" de la victoria.
También creo que fue un acierto la participación de Pablo Cecere con su contrabajo, personaje omnipresente que conoce la historia de Kassandra, que lo acompaña, que le ayuda a comunicarse con el público cuando Kassandra dice palabras en inglés que cree son incomprensibles para el público porque lo son para él/ella (forbid-forbidding). Personaje que transmite, a través de su música, los estados de ánimo de Kassanra, pero que también se convierte en protagónico cuando ejecuta y canta la canción Money de Abba en versión completa, personaje que, a través de su mirada evidencia que quiere profundamente a Kassandra, pero que no puede impedir el trágico final, el final de tragedia griega a pesar de que, en este caso particular y por ser contemporánea, la tragedia le ocurre a un paria, no a un noble.
Para terminar, me gustaría transcribir un soneto titulado Casandra, de Francisco Álvarez Hidalgo:
En soledad, clavada de agonía / vivo mientras la voz clama y aunque / por carecer, para mi desventura / de credibilidad mi profecía. // Es mi palabra admonición sombría / de la amenaza trágica futura, / oída, no escuchada... Qué locura / tener a un sordomudo por vigía. // Oigo el grito de horror en cada canto, / detrás de la sonrisa veo el llanto, / y en la opulencia el fuego destructor. // ¿A qué fin se me han dado estas visiones? / Soy la sibila de las destrucciones, / Considerada menos que un rumor.
Menos que un rumor..., esa es la Kassandra que Blanco, Argüello Pitt, Suárez, Cecera y Grandinetti nos ofrecieron en la sala de DocumentA/Escénicas. A todos ellos, gracias

José Luis Bigi