Me habían dado la dirección por teléfono, porque sólo por ese medio y via mail se puede reservar lugar (son 22 localidades; ni una más, ni una menos), y cuando llegué a esa dirección, me sorprendió la oscuridad de la calle, la oscuridad de las casas. Ninguna luz en toda la cuadra indicaba que allí se esperara gente para una función teatral. Verifiqué el número del domicilio y..., toqué timbre. Me abrieron por el garage y me dijeron, "adelante", entonces entré. Entré y vi un mostrador de bar de domicilio particular y una serie de mates pintados y otras artesanías. Pagué la entrada y subí al primer piso. Ahí, muy gentilmente, me invitaron a sentarme en la terraza (hacía realmente mucho calor) y me ofrecieron un trago. Pedí una coca y esperé.
En muy poco tiempo, la terraza estaba atestada de gente, toda joven, toda tomando vasos enormes de cerveza.
En un momento, sentí que alguien cantaba con muy buena voz "If you're lonely tonight..." En el patio de abajo, en el lavadero, una chica con sensuales medias de red cantaba ese tema y un muchacho rasgaba la guitarra. Y cuando estaba apreciando a la cantante y el guitarrista, alguien nos dijo: "En unos instantes empieza la función, si quieren ir pasando....", y me senté en uno de los 22 asientos destinados al público.
Empezó la acción teatral. Se sucedían textos de La improvisación del alma, La cantante calva, Delirio a dúo, La lección y Jacobo o la sumisión, textos originales de Ionesco.
Debo reconocer que los integrantes del grupo teatral Sr. Barbijo hicieron una inteligente selección de escenas, pero las relacionaron como sketchs, no como escenas, porque no hubo un hilo conductor que uniera a esas escenas. Además, el estilo de actuación de cada una de las escenas fue totalmente ecléctico ya que pasaron del absurdo ionesquiano al naturalismo quasi chejoviano, como por ejemplo en la historia de la artista, la pintora, que vende una obra a un ejecutivo.
El espectáculo muestra distintas situaciones, pero hace eje en la dicotomía teatrista-crítico (o doctor-estudioso del hecho teatral). Y se mofa, se ríe de esta última categoría a través de la presentación de tres críticos-doctores-sabihondos de teatro que confunden al auténtico creador obligándolo a seguir las pautas de lo que Aristóteles o Adamov dijeron, claro, pero sin saber quien, si Aristóteles o Adamov, era el que lo había dicho primero. Muestra elocuente de la ignorancia de los doctores-estudiosos del hecho teatral, porque, además, ni Aristótels ni Adamov propusieron una estética, sólo se limitaron a manifestar, a describir, el modo teatral de sus épocas.
Para los integrantes de Sr.Barbijo Teatro lo importante es lo que se hace, no lo que después ellos, los "críticos-sabihondos-doctores" opinan (y coincido tatalmente con ellos). Como muestra de esto, hay que rescatar el monólogo de los tres críticos, tres cuervos vestidos de negro que enciman sus parlamentos, tres cuervos que monologan con una seguidilla de advervios, es decir, pariendo palabras que modifican o dan una cualidad al verbo (acción) o al adjetivo (cualidad distintiva), pero que son incapaces de generar acción y cualidad, como lo hace el hecho teatral.
Desde mi punto de vista, las actuaciones son muy parejas y si alguno de los actores sobresale en algún momento, es porque el personaje así lo exige. Ionesco, la secretaria, el Jacobo chaplinesco..., todos loables, pero también loables los que los secundan para que el sketch adquiera significación por sí mismo y en su integridad.
También resulta agradable que el grupo realice el espectáculo en un lugar verdaderamente "under", que no publicita en los medios tradicionales, porque no tiene habilitación para hacer lo que hace. Eso contrasta con otros que, prentendiendo originalidad se autodefinen como "clandestinos" y recurren a toda la publicidad oficial y pública, a la "anti-clandestinidad" para conseguir réditos sociales y económicos. ¡Y vaya si los consiguen!
El espectáculo que me mostraron los integrantes de Sr.Barbijo Teatro es un espectáculo realmente digno y que, como todo trabajo que vi de este grupo de actores/actrices, demuestra un prolijo y riguroso trabajo teatral. Bravos, gente así le hace falta al teatro cordobés. Y creo realmente que este IONESCO IN CONCERT podría ser representado en cualquer teatro, con una única condición, que no hagan el intervalo que hacen. En el caso de Casa B, es comprensible, el "under" tiene que mantenerse y necesita recaudar, pero si llegaran a hacerlo en otras condiciones, sólo eliminen el intervalo. Gracias por el hermoso momento que me hicieron vivir.
José Luis Bigi
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